Pardo Hats: los sombreros preferidos de las celebrities

Pardo Hats: los sombreros preferidos de las celebrities

Influencers, diseñadores y estilistas como Blanca Miró, Palomo Spain y Anna Dello Russo apuestan por sus creaciones que demuestran el poder de la artesanía unida a las últimas tendencias

Con tan solo 31 años, la argentina Sol Pardo ha revolucionado el mundo de la sombrerería. Sus creaciones se publican desde hace años en las principales cabeceras de moda internacionales y sus colecciones se agotan en cuestión de horas. Anna Dello Russo, Nathy Peluso, Blanca Miró, Palomo Spain, Miranda Makaroff, Maria de la Orden, Emili Sindlev, Molly Blustein… Los nombres que se asocian a sus diseños son de altura, tanto por apostar por ellos en las editoriales de moda de las ediciones internacionales de revistas como Vogue o Harper’s Bazaar, como por colaborar en colecciones cápsula y también, en gran número, por ponerse uno de sus sombreros y conseguir looks que triunfan en Semanas de la Moda y, consecuentemente, en Instagram.

Una paleta de colores viva y alegre, fotos con una fuerte carga emocional positiva a medio camino entre el mediterráneo y el espíritu latinoamericano, y una serie de materiales nuevos para lucir en la cabeza han hecho que Pardo Hats haya conquistado las calles de Brooklyn, Los Ángeles, Tokio, Milán, Copenhague y nuestro país.

A los tres años pintó su primer cuadro y su abuelo lo colgó en la entrada de casa. “Mi abuelo era artista plástico y con 5 años empecé Arte Infantil en la Escuela de Bellas Artes de mi ciudad, Quilmes. Hasta los 17 años compaginé las asignaturas tradicionales de la escuela que todos conocemos con clases de pintura, escultura, grabado… Entré en la Universidad con mucho aprendizaje previo”, declara Pardo.

Para uno de los desfiles de su primer año cursando Diseño de Vestuario en la Universidad de Palermo, en Buenos Aires, Pardo decidió diseñar una gorra y en vez de ponérsela a una modelo rubia y de ojos claros, optó por una modelo afroamericana. “¡Causó furor! Mi profesora tomó una fotografía y la subió a su cuenta de Facebook. Cuando llegué a casa, Harper’s Bazaar Argentina me había escrito pidiéndome usar esa gorra para una sesión de fotos. A la mañana siguiente fui a llevarla personalmente y como la revista no podía citarme como una alumna de primer curso, escribieron Sol Pardo en exclusiva para la revista y eso hizo que muchas otras cabeceras de moda me contactasen pensando que era sombrerera. Siempre digo que yo no elegí la sombrerería, ella me escogió a mí”, recuerda sonriente la diseñadora y empresaria, ahora al frente de un equipo de siete personas.

“Al final esa gorra no salió publicada, pero al cabo de tres meses me llamaron de nuevo de la misma revista y me pidieron algunos sombreros. No me atreví a decirles que no era sombrerera. Me fui a comprar capelinas y sombreros de cotillón, los desmonté para ver cómo estaban hechos y los volví a montar con telas lujosas como podía, incluso usando silicona”, confiesa. Al cabo de poco le llegó un mail de Laura Noetinger, cuyas creaciones han sido expuestas en el Victoria & Albert Museum de Londres y han cubierto las cabezas de la reina Máxima de Holanda y los diseñadores Bruce Oldfield y Catherine Walker. “En esos momentos estaba ya en mi segunda carrera, Diseño de Moda, y había pedido centrarme en exclusiva en la creación de sombreros. Al empezar a formarme con Noetinger por mi cuenta, mis profesores en la Universidad me impusieron trabajar con cualquier material que no formase parte de la sombrerería clásica. ¡Incluso me pusieron un tutor de Diseño Industrial! Investigué, separé las partes del sombrero, el ala de la copa, empecé a experimentar con madera, a ver cómo podía unirla con fieltro, comencé a usar acrílico y hasta tuercas, materiales que me identifican actualmente”, remarca la creadora de Pardo Hats.

Tras estudiar en Argentina, Sol Pardo continuó su formación en Barcelona y al cabo de bien poco la Camera della Moda de Milán la entrevistó para su especial Vogue Talents, que reconoce a los nuevos talentos en el mundo del Diseño de Moda, comparando sus diseños a obras de arte portátiles.

Con la ayuda de una beca de Barcelona Activa estableció su firma en 2019 y desde entonces no ha parado de triunfar. Tanto es así que durante la pandemia es cuando más ha vendido hasta la fecha. Opera con distintos canales de venta, con un abanico de piezas que van desde las más comerciales hasta las creaciones destinadas fundamentalmente a ser protagonistas de las páginas de editoriales de moda dada su extravagancia e incluyendo, cómo no, el trabajo en exclusiva para quienes desean un sombrero hecho a medida y sumamente personal. Intenta siempre tener muy poco stock y trabajar en formato made-to-order. Así tiene la posibilidad de ser respetuosa con el medio ambiente. Es más, muchas de sus obras son biodegradables.

“Me encanta el mundo de la moda porque me permite innovar y cambiar cada seis meses. En el fondo ir creando colecciones es como pasar de diseñar para una obra de teatro a hacerlo para otra. Siempre soy fiel a mi ADN pero me encanta mi papel actual de Directora Creativa y jugar a mezclar tipologías de sombreros de otras épocas dándoles un contrapunto actual y ecléctico. Pardo Hats es precisamente un mix de tradición y las tendencias del momento”, remarca Sol Pardo.

Sus boinas oversize, bandanas, coleteros, turbantes y gorras protagonizan colecciones con nombres tan sugerentes y provocadores como Manson’s Family, Rock & Roll Suicida, Censura o Cuando pase la tormenta… Asimismo, Sol Pardo lanza colecciones junto a creadores de todo el mundo, desde La Veste, la firma que lideran Blanca Miró y María de la Orden, a Simuero, dedicada al diseño de joyas, Figfree, marca de bañadores y ropa de playa, y Greenpacha, establecida en California y que busca ayudar a comunidades de mujeres en Ecuador. “Diseñamos historias, no productos. Todo nace de un concepto”, declara Sol Pardo.

“Mis campañas son mi expresión cinematográfica y muchas influencers son mis musas. Me inspira cómo llevan uno de mis sombreros, cómo se lo ponen y lo combinan. Ellas son las traductoras de un Pardo Hats en la vida real. Blanca Miró fue mi primera clienta española. Me contactó para comprarme un sombrero y enfatizó con razón que no tenía entonces página web”, explica la diseñadora y, a su vez, también influencer. “Creo que hay que mostrar cómo un Pardo Hats puede formar parte de tu día a día. Ponerse uno es permitirse jugar y divertirse, y todo eso ahora forma parte también del mundo online. Internet e Instagram son parte de nuestra vida y nuestra forma de socializar”, añade Pardo.

Sol Pardo trabaja también para la pasarela. Es el caso de Palomo Spain, para quien prepara los sombreros de las colecciones que el modisto cordobés presenta en la Semana de la Moda de París.

Pardo Hats ha lanzado ahora una pequeña colección de collares hechos con piezas vintage limitadas. “En un futuro me imagino con una marca completa, o diseñando también para el hogar. De hecho, vengo del mundo de las Artes y la Escultura. Pero no imagino mi marca sin sombrerería. Llevar un sombrero es dejarse de miedos y reafirmarse”, concluye Sol Pardo.

Y así lo ha demostrado la historia. Un sombrero nunca deja indiferente. Es por ello que muchos forman parte de la iconografía del mundo de la música y el arte gráfico en su más amplia expresión. Quien se pone uno sale a comerse el mundo, al igual que ha hecho Sol Pardo.

 

by Anna Tomàs 

Foto cover: 
Créditos: Magazine La Vanguardia

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