Artistas del smartphone

Artistas del smartphone

Creación artística y fotografía digital hace tiempo que son sinónimos. Ahora, las instantáneas tomadas con un smartphone dan una vuelta de tuerca más a esta mímesis expresiva. La producción constante de los llamados iPhoneógrafos o artistas del smartphone y la retroalimentación a través de las redes sociales de sus producciones hacen que hablemos de un fenómeno sin marcha atrás. Sus obras encuentran destino no solo en revistas, sino también en museos y galerías.

mobile

Para la gran mayoría, el concepto de creación fotográfica implica la herramienta empleada. Todos hemos visto exposiciones de fotografías en museos o galerías. Asimismo, a menudo los periódicos y revistas nos regalan imágenes de gran belleza o poder emotivo. El subconsciente colectivo, así como los catálogos y los créditos, siempre se encargan de dejarlo más que claro: esas imágenes han sido tomadas con cámaras profesionales de gran envergadura en lo que se refiere a lentes empleadas, cálculo de la luz, la velocidad y la sensibilidad, a menudo con uso de trípode, focos o al menos flash y, también en numerosas ocasiones, con un trabajo de post producción arduo y complejo. Sin embargo, parafraseando a Bob Dylan, los tiempos están cambiando. Compruébenlo ustedes mismos. La red social de fotografía por antonomasia, Flickr, permite consultar las estadísticas de las cámaras utilizadas para tomar las imágenes compartidas en línea. Las fotografías tomadas con el iPhone de Apple durante 2010 triplican las realizadas con otras cámaras, como Nikon o Canon.

mobile2

mobile3

Si bien es cierto que la mayoría de fotos hechas con el smartphone de Apple son simples instantáneas de la vida diaria de la gente, desde sus animales domésticos a momentos en cenas y fiestas nocturnas o ese paisaje visto a través del cristal del tren, alrededor del iPhone se ha creado un movimiento global con destellos artísticos cuyos precedentes se remontan a los años cuarenta del siglo pasado.

mobile4

La Polaroid Corporation fue fundada en 1937 por Edwin H. Land y se hizo mundialmente conocida debido a la aparición, en 1948, de la primera cámara instantánea. Como explica el fotógrafo profesional y artista del smartphone, Jordi V. Pou, “la Polaroid permitió a un grupo de artistas convertir el ‘apunta y dispara’ en una herramienta válida para el arte”. Así lo demuestran las más de 60.000 imágenes que tomó, con esa cámara instantánea, el artista Andy Warhol, reflejando el glamour y el consumismo estadounidense de su época. Warhol usaba una Polaroid SX-70 Big Shot, una cámara con flash diseñada especialmente para lograr un close-up intimista de cabeza y hombros a través del juego de luces y sombras. Su metodología de trabajo incluía una cuidada composición del lugar en relación directa con el personaje público en cuestión, la repetición de poses y la conversación chismosa para romper el hielo.

mobile5

El otro precedente claro de la iPhoneografía y de la fotografía móvil en general es la cámara Lomo y la comunidad que sigue creciendo en torno a esta marca rusa nacida en los ochenta. Fotos enfocadas y desenfocadas, luminosas, saturadas o frescas que transmiten una sensación de excitación explosiva. Es con el nacimiento de la lomografía cuando por primera vez los usuarios de una cámara se organizan como comunidad para exponer y publicar conjuntamente.

La fotografía móvil ha unido los dos conceptos en uno solo: colectivos que utilizan la misma herramienta fotográfica y que, gracias a Internet, se organizan, comparten sus instantáneas y aprenden los unos de los otros. De las filas de aficionados al iPhone han surgido artistas que ahora están trabajando y viendo sus obras fotográficas publicadas y expuestas. Asimismo, artistas ya consagrados y profesionales de la imagen han empezado a utilizar sus smartphones para dar rienda suelta a sus inquietudes estéticas.

mobile6

La primera exposición de fotografías tomadas con iPhone tuvo lugar a finales de enero del 2010 en Berkeley, Estados Unidos. La iniciativa fue de una galería de arte a partir de una selección realizada en una web. Desde ese momento hasta hoy han tenido lugar más de 40 exposiciones en distintas ciudades: Melbourne, Filadelfia, Milán, Madrid, Singapur, Berlín, etc. Son exposiciones cada vez de mayor magnitud y envergadura, con más criterio y contenidos extraordinarios. Un común denominador destaca en todas ellas. Los asistentes se quedan perplejos ante ciertas imágenes y dicen: “¿Esta foto está hecha con un teléfono?”. La respuesta es sí.

mobile7

Se trata de una herramienta con muchas limitaciones en cuanto a calidad y opciones técnicas, pero al mismo tiempo recoge algunas de las características que permitieron a Cartier-Bresson avanzar hacia la teoría del instante decisivo. La inmediatez y su discreción fueron puntales básicos de su trabajo. Como explica el fotógrafo Jordi V. Pou: “La disponibilidad inmediata de la cámara del teléfono móvil, así como su invisibilidad, la convierten en una herramienta extraordinaria para el fotógrafo que necesita pasar inadvertido. La cámara del teléfono no se percibe aún como una amenaza al contrario de lo que sucede con el resto de cámaras. Esta característica los relaciona directamente con el mismo fenómeno que sucedió con la aparición de la cámara Leica, y con el nutrido grupo de fotógrafos que supieron aprovechar sus características, con Cartier-Bresson a la cabeza”.

mobile8

A lo largo del año pasado tuvieron lugar numerosas exposiciones en galerías en Berlín, NY, Washington y Milán, gracias a colectivos como EYE’EM, Instant DC o Pixels at an Exhibition. En el caso de España, la primera exposición especializada en fotografía móvil fue la llamada eyephoneography #1, que tuvo lugar en septiembre de 2010. Desde el 15 de abril y hasta el 29 de mayo podéis ver en la sala de la escuela de fotografía de Madrid la segunda edición de este proyecto artístico, con obras de Carlein Van Der Beek, que trabaja el retrato intimista con ese aura sensual que se incrusta en la piel; Matt Burrows, que demuestra el papel del minimalismo en la fotografía a través de smartphone; Stefano Giogli, cuyas composiciones se mueven a caballo entre los sueños y la realidad; y Jordi V. Pou, que hace gala de la precisión y la mirada furtiva del que lleva años escondiéndose tras un objetivo fotográfico. Los objetivos de eyephonography son ofrecer un nexo de unión entre los mundos online y offline de la fotografía móvil y apoyar su consolidación, proporcionando oportunidades de interacción entre los fotógrafos y sus públicos y promoviendo su potencial artístico y social.

De exposiciones en galerías a carne de museo. La fotografía con smartphone entró por primera vez en las salas de un centro artístico el pasado 2010. La Panera de Lleida presentó temporalmente el trabajo de seis iPhoneógrafos. El concepto fue verdaderamente revolucionario: en lugar de fotos colgadas de las paredes del centro, la exposición consistió en la contribución de seis artistas internacionales mediante un post fotográfico diario en Flickr, que a la vez era presentado en el centro de arte a través de monitores y ordenadores. Una exposición en evolución constante para mostrar la estrecha relación entre la fotografía con iPhone, Internet y las nuevas tecnologías.

mobile9

El ritmo de evolución es espectacular y el nivel artístico crece a diario gracias a la incorporación de personas con inquietudes artísticas que están empezando a utilizar el smartphone sin prejuicios. Son varios los fotógrafos profesionales que utilizan iPhone para sus trabajos, todo depende del resultado que se pretende conseguir. “El iPhone es ideal cuando no tienes prisa y tu sujeto puede posar para ti, como una sesión de retratos, o para hacer un reportaje del backstage de una sesión fotográfica para un catálogo de moda, como he hecho recientemente. Pero para hacer otras cosas, como fotografiar un evento y su consiguiente movimiento, con condiciones de luz baja, o si necesitas poder reaccionar rápidamente sin perder un segundo, entonces utilizo mi cámara réflex profesional, una Canon”, explica Sion Fullana, quien se inició en la iPhoneografía por pura casualidad, cuando en 2008 su pareja le regaló un iPhone 3G y empezó, literalmente, a sacar fotos sin parar.

mobile10

El fotógrafo estadounidense Chase Jarvis, famoso por sus editoriales de moda, fue uno de los pioneros en utilizar el iPhone para realizar trabajos profesionales. Hay otros fotógrafos profesionales que sacan fotos con una réflex y luego las retocan con las apps que ofrece el iPhone. Asimismo, hay fotoperiodistas de guerra que están cubriendo los conflictos mediante iPhone, debido a su portabilidad. Todo ello ha generado una efervescencia creadora a la que se han incorporado artistas procedentes del campo del arte tradicional y la ilustración. Así, el pintor británico David Hockney, uno de los maestros del pop-art, realizó el pasado 2009 una serie de retratos y paisajes con su iPhone que luego se expusieron en una galería mediante monitores como iPads. ¿Tienen el mismo valor artístico estos trabajos que su obra anterior, expuesta en grandes museos de todo el mundo? “Algunas veces me concentro tanto que me limpio los dedos al final pensando que tengo pintura en ellos”, ha dicho Hockney, fascinado por la aplicación Brushes cargada en su iPhone.

La tendencia parece llevarnos a un futuro en el que la gente apreciará más el resultado que la herramienta. Es lo que cuenta: el ojo que hay detrás de la cámara, la mirada. En función del trabajo encargado, se empleará una cámara u otra. “Es solo cuestión de que la gente con capacidad de tomar las decisiones y abrir puertas asuma el riesgo, y de que los profesionales sigan haciendo mejores trabajos con sus teléfonos, conociendo las limitaciones que tienen y convirtiéndolas en puntos fuertes”, afirma Sion Fullana. “La fotografía móvil crece a pasos agigantados definiendo un nuevo futuro para la fotografía, que pasará sin lugar a dudas por la adaptación a las nuevas herramientas. Y esto no quiere decir adaptar las tradicionales formas de representación a ellas, sino encontrar nuevas que se adapten. Hay que investigar y hallar los nuevos soportes, los nuevos medios de difusión y exposición. Hay mucha incredulidad todavía, muchas miradas incluso despectivas. El trabajo a hacer es mucho, pero quien no suba ahora, seguro que se quedará fuera de este tren de alta velocidad”, concluye Jordi V. Pou. Para Rocío Nogales, organizadora de eyephoneography, “más allá de consideraciones sobre el valor artístico de la fotografía móvil, una de las contribuciones más relevantes de esta forma de hacer fotografía es el cambio de paradigma sobre la creación artística contemporánea que anuncia. El quién, cómo y por qué se produce, circula y disfruta del arte y la cultura han sufrido una profunda alteración: comunicación y arte nunca han estado tan cerca, tanto que llegan por momentos a sustituirse, mientras que la dimensión social de la práctica artística nunca ha sido tan evidente ni tan necesaria como ahora”.

Credits: publiqué una versión de este artículo el 19.03.2011 en Estilos de Vida (ES), suplemento semanal de La Vanguardia
Photo credits: Sion Fullana y Jordi V. Pou

Share