‘Made in Portugal’: sostenibilidad, tradición y exquisitez contemporánea

‘Made in Portugal’: sostenibilidad, tradición y exquisitez contemporánea

La capacidad lusa de incorporar la artesanía de antaño a colecciones y pasarelas totalmente innovadoras es ahora un referente internacional

“Creo que solo nos dimos cuenta de que estábamos añadiendo nuestra alma portuguesa en nuestras colecciones cuando otras personas en semanas de la moda como la de París empezaron a decirlo. Los portugueses somos muy exigentes y serios a la hora de trabajar. Ahora somos conscientes de que en nuestros diseños hay un cierto estilo y tradición lusa y latina. El simple hecho de que nunca fuimos tímidos a la hora de usar ciertos colores y texturas creo que proviene del conocimiento de la herencia textil portuguesa”, explica Marta Marques para el Magazine de La Vanguardia.

Marques Almeida
Marques Almeida

Marta Marques es la socia de Paulo Almeida, los creadores de Marques Almeida, una de las firmas portuguesas de lujo más internacionales con clientas habituales como Rihanna, Beyoncé o Sarah Jessica Parker. Se conocieron cursando estudios en la prestigiosa Central Saint Martins de Londres y estuvieron becados por el British Council of Fashion, lo que les permitió mostrar sus creaciones durante 5 temporadas en la capital británica. Hace ya años que además de desfilar en París, siguen siendo fieles a Portugal Fashion, la Fashion Week de Oporto, la semana de la moda en esta ciudad al norte del país vecino.

Estelita Mendonça
Estelita Mendonça

Hubo un tiempo en el que Oporto era una ciudad cuyo contacto principal era Inglaterra, no España. “España miraba a Francia, no a su compañero en la Península Ibérica. Tanto es así que el comercio luso, más allá del textil del hogar o la artesanía de los azulejos, tenía como destino Gran Bretaña”.

En los siglos XVIII y XIX no solo se exportaba ganado en barcos, también telas y bordados. El pago era en oro y debido a la pobreza que reinaba en la segunda ciudad más importante de Portugal en ese tiempo, se fundía y lo llevaban las mujeres en filigranas en forma de pendientes, collares y todo tipo de joyería, para evitar cualquier robo en el hogar o durante enfrentamientos entre hombres en una taberna. Joyas que hoy podemos adquirir, por ejemplo, en la lisboeta Joalharia do Carmo. Es más, si algún portugués hacía fortuna, hacia lo mismo que cualquier indio rico, mandar a su hijo a estudiar a Londres”, explica António Avila, catedrático de historia en la Universidade de Coimbra.

Joao Sousa
Joao Sousa

Tanto es así que ahora hay varios barrios en la capital británica en los que sólo se oye hablar portugués y reina el diseño más vanguardista, por ejemplo en Columbia Road, donde tiene lugar cada domingo el mercado de flores más importante del país. Entre las tiendas de esta calle encontramos varios negocios que venden sombreros, con una clientela que incluye a Johnny Deep y Christian Bale, que se convirtieron en adeptos a ellos tras usarlos como parte del diseño de vestuario de la película Enemigos públicos, protagonizada por ambos. Los sombreros ganaron popularidad en Portugal a mediados del siglo XVIII, gracias al marqués de Pombal, que intervino en la apertura de la fábrica da Gramela en 1759, la primera fábrica en producir sombreros de hombre para la sociedad más acomodada.

Lo mismo ocurrió con los jabones, el mimbre y el corcho, que hoy ocupan tiendas exquisitas como Claus Porto, en Oporto, y A vida Portuguesa, en Lisboa. Los sabonetes, jabones, de Claus Porto llevan siendo producidos y envueltos a mano desde 1894.

Claus Porto

“El heritage irrumpió en el mundo de la moda hará una década o poco más, rescatando el denim o las sneakers del terreno más urbano para llevarlo a la pasarela. En esta transición es donde destacan los jóvenes talentos portugueses, que, en un nicho de mercado que resultó exitoso, siguen haciendo gala de su pasión por demostrar, incluso frente a su generación anterior, que la artesanía no está reñida con las nuevas tecnologías”, expone Julia Ahtijainen, Brand Communications Consultant de firmas de lujo en moda y perfumería.

Muestra de ello es Ernest W Baker, norteamericano afincado en Portugal que trabaja codo a codo con Inês Amorim y que en la pasada edición de la Porto Fashion Week creó videoarte de altísima calidad para mostrar sus nuevas colecciones:  “Estamos ante una de las pasarelas con más vitalidad y futuro actualmente y que, al igual que la de Copenhague, ha sabido crear en plena pandemia una estructura y una visualización para las marcas que ni Nueva York, París o Milán han sido capaces de llevar a cabo”. Lo mismo hizo en Oporto hace pocos meses Susana Bettencourt, mostrando sus prendas de punto a los periodistas y retailers como si en ese momento estuviese teniendo lugar una editorial de moda.

avida portuguesa
A vida Portuguesa

Mónica Neto, directora de la corporación Portugal Fashion, se dedica desde 1995 a potenciar el diseño portugués. Su enérgico espíritu ha logrado, al igual que Cecilie Thorsmark, directora ejecutiva de la Semana de la Moda de Copenhague, que el “Made in Portugal” ya no sea una etiqueta en el interior de una prenda, sino algo que se ensalza e incluso aparece bordado en la parte más visible de una prenda aunque su diseñador sea escandinavo.

En el manifiesto de la 47 edición de la Porto Fashion Week se hacía toda una declaración de intenciones, la misma de hace 25 años: “Marcar la diferencia siendo siempre conscientes del universo que envuelve a la moda”.

Desde hace ya unos cinco años, el sector textil portugués ha recibido un baño de juventud gracias a una nueva generación de diseñadores. Como Carolina Sobral, cuyas fluidas prendas femeninas y especialmente sus accesorios han sido celebrados por influencers como la danesa Pernille Tesibaek, con casi un millón de seguidores en Instagram. “Creo que la alta costura no es consciente de que la mujer actual reclama comodidad, versatilidad y una vuelta a las raíces”, expone Sobral. Precisamente sus propuestas, al igual que las de Hugo Costa o las de las firmas Pe de Chumbo, Estelita Mendonça o Rita Sá, 09 Virus y David Catalán para hombre, son de las pioneras en el llamado genderless style y siempre apuestan por el look oversize reinventando los clásicos, por ejemplo en sastrería.

 09 Virus
09 Virus

ModaLisboa es otro encuentro anual donde la herencia portuguesa está sumamente presente. Basta con recordar la propuesta de Béhen, que confecciona sus creaciones a partir de mantelerías artesanales e incluso accesorios a partir de verduras y hortalizas. La sostenibilidad también puede tener toques punk con herramientas digitales, como mostró João Magalhães en Lisboa. En la capital portuguesa fueron varios los artistas que ofrecieron un análisis sumamente constructivo y con una sabiduría emocional sobre el consumo, con Dino Alves cerrando la pasarela con su colección “Yesterday, Today and Tomorrow”.

“En la Semana de la Moda de Oporto se va más allá de lo previsto. No hay charlas ni desfiles siempre en el mismo espacio, últimamente incluso en interiores oscuros. Hay planes a, b, c, y d por si las condiciones climáticas interfieren. Mirad los desfiles frente al Douro, en la Fundação de Serralves o en Vila Nova de Gaia. Con muchos menos recursos que otras semanas de la moda, saben ofrecer ideas y soluciones que nadie hubiese pensado y aún menos apostado por ellas”, exponía Alberto Calabrese, que cubrió la Porto Fashion Week para Vogue Italia.

Belcinto
Belcinto

El último grito en la moda que procede de Portugal son los complementos, desde las nuevas versiones de bolsos de mimbre de Unflower, tan de moda ahora como un eco de Jane Birkin que Alexa Chung ha catapultado a la fama, hasta la irreverencia e informalidad de los bolsos para mujer de Marques ‘ Almeida o la tradición en piel de Belcinto en su propuesta masculina. Un ejemplo más de esta fraternidad portuguesa entre el pasado y el futuro es la firma de gafas VAVA. El gran desafío para su creador es eliminar los elementos compositivos superfluos, el adorno y el romanticismo, para construir un género neutral y minimalista, teniendo como referentes a dos de los premios Pritzker en arquitectura de origen portugués, Álvaro Siza y Eduardo Souto de Moura.

Como decía Helmut Lang: “La moda se trata de actitud, no de dobladillos”. Algo que Portugal demuestra cual escuela de pensamiento.

by Anna Tomàs 

Créditos: Magazine La Vanguardia

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