Montreal, Je t’aime!

Montreal, Je t’aime!

48 HORAS para enamorarse de Montreal

Montreal es una ciudad cosmopolita y vanguardista donde cualquiera puede encajar y sentirse como en casa. Sus multiculturales barrios como Chinatown, el barrio judío, Little Portugal, Little Italy, el Village y otros tantos cautivan por su autenticidad y fervor cultural. En sus calles, llenas de vida, fluyen el arte y la música y se respira un aroma de libertad.
El buen humor y la hospitalidad de los canadienses contagian al visitante, que inevitablemente acaba seducido por una urbe que combina la despreocupación e informalidad de América del Norte con la sofisticación europea. Los más diversos estilos arquitectónicos se funden de manera armoniosa como en ningún otro lugar.

Los hipsters, con su halo nostálgico y su estilo de vida alternativo, conviven en curiosa armonía con los judíos ortodoxos en Mile End, al más puro estilo de Williamsbourg en Nueva York o Damen en Chicago. Ya sea en esta zona cercana a Laurier, en el Vieux-Montreal o a las orillas del río, donde se alza la catedral de Notre-Dame, restaurantes, bares y tiendas de todo tipo demuestran que Montreal es una metrópoli a la que le gusta tomarse su tiempo, disfrutar de cada segundo, compartir y avanzar, haciendo alarde de sus raíces francesas frente al halo de mundo anglosajón que desprenden Toronto o Vancouver. En palabras de Jean Drapeau, alcalde de Montreal de 1954 a 1957 y de 1960 a 1986: “Let Toronto be Milan. Montreal will always be Rome” (Dejad que Toronto sea Milán. Montreal será siempre Roma)”.

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Capital cultural de fuerte idiosincrasia idiomática, Montreal muestra todo su esplendor en otoño, durante el llamado Indian Summer (verano indio), cuando los arces se tiñen de tonos rojizos, ocres y amarillos, mientras las ardillas de los parques se pasean a sus anchas y la brisa llega desde un río donde el sol cae como la miel al atardecer, como describe todavía hoy el cantante y compositor de fama mundial Leonard Cohen, nacido en Montreal y donde todavía tiene su casa, en el Parc du Portugal. Es imposible no sucumbir a una ciudad con tanto carácter.
Viernes

18:00 Oh là là Montréal !
1) Un buen comienzo es perderse por las calles adoquinadas del Viejo Montreal: edificios del siglo XVII con sus fachadas de piedra gris, galerías de arte, elegantes boutiques, cafés y bistrós… este barrio histórico rezuma romanticismo por cada esquina al más puro estilo parisino. Subiendo por el boulevard St. Laurent encontrarás dos tiendas que no te dejarán indiferente: Galerie CO, cruce de galería de arte y tienda cuyos productos son respetuosos con el medio ambiente y el comercio justo (http://galerie-co.com/ ) y Monastiraki, con muebles de grandes dimensiones, arte popular y otros cientos de objetos de lo más curioso (http://monastiraki.blogspot.com/).

2) 21:00 “Foodie’s paradise”

Tanto caminar abre el apetito y es un buen momento para descubrir por qué Montreal es uno de los principales paraísos terrenales de los “foodies”. Le Pegasse te da la posibilidad de llevar tu vino al restaurante (una costumbre muy arraigada en la ciudad, donde el vino es caro y más si se pide directamente en el restaurante) y degustarlo acompañando su delicada cocina francesa (http://lepegase.ca/). En “Little Italy” encontrarás el restaurante Pastaga, con una deliciosa y creativa cocina de tradición Europea. ¿Te apetece saborear unas deliciosas ostras atlánticas (a 2,5 dólares canadienses, la unidad) en la mesa dentro de su cocina? Su salmón y el filete de bisonte son otras joyas culinarias del chef Martin Juneau (http://www.pastaga.ca/). Si lo tuyo es un buen filete, no dejes de pasar por Joe Beef (http://www.joebeef.ca/), y si quieres alargar la velada, acude a Auberge Saint Gabriel (www.aubergesaint-gabriel.com), pues cuenta con un club de noche, Velvet, ideal para tomar una copa después de cenar y observar la vida nocturna más local.

Sábado

10:00
3) Descubrir la ciudad “a velo”

Empieza la mañana con un buen “bagel” en Fairmount Bagel, presente en la ciudad desde 1919 en el número 74 de la avenida Fairmont West, en el corazón del Mile End. Su bagel es el único que ha llegado al espacio gracias al astronauta de origen montrealés Greg Chamitoff, que lo eligió como su snack favorito en su aventura espacial. Complace tus deseos gastronómicos y no te sientas culpable, ya que con el nuevo día se te presenta una gran oportunidad para quemar las calorías adicionales.
Las bicicletas son la mejor manera de moverse por Montreal, que cuenta con más de 480 kilómetros de carril bici. BIXI es un moderno servicio de préstamo de bicicleta que funciona con tarjeta de crédito y cuenta con 300 estaciones repartidas por toda la ciudad. Podrás devolver tu BIXI en cualquiera de sus innumerables paradas, lo que hace este sistema el más óptimo para ir de “Punto A” a “Punto B”. También puedes alquilar bicicletas en tiendas como Cycle Pop (alquileres desde 17 dólares por cuatro horas, 1000 rue Rachel East, Plateau Mont -Royal).

Montreal tiene una mezcla de arquitectura fascinante y no hay nada mejor que descubrirla por uno mismo. Si sigues la línea del río hasta el Canal de Lachine, allí encontrarás los iconos más espectaculares de Montreal que dejó la Expo del 67: Habitat 67 (2600, avenue Pierre-Dupuy; 514-866-5971; www.habitat67.com) y la Biosfera (160, chemin Tour-de-l’Isle, Île Sainte-Hélène, 514-283-5000; http://www.ec.gc.ca/biosphere/). Habitat, diseñado por el arquitecto Moshe Safdie, es una vivienda modular que te dejará sin palabras. Al otro lado del puente de la Concordia, en la Île Sainte-Hélène, la Biosfera se erige como uno de los edificios más importantes de la historia de la arquitectura contemporánea. Otro legado de gran belleza de la Expo de 1967 es “EL HOMBRE”, de Alexander Calder, una impresionante escultura de acero inoxidable de 24 metros ubicada en el parque Jean Drapeau, desde el que se obtienen algunas de las mejores panorámicas de Montreal.

13:00
4) Deli’s judíos, onda hispter y galerías de arte

Haz una parada en Schwartz’s (3895 St-Laurent, Metro Saint-Laurent) y degusta un buen sándwich de carne ahumada por 4,75 dólares canadienses (sólo aceptan dinero en efectivo). Dirígete hacia el bohemio barrio de “Le Plateau Mont Royal”, con sus elegantes dúplex y escaleras de hierro en las fachadas, donde residen músicos, artistas y escritores. Si empiezas a vislumbrar un número anormal de gente con gafas de pasta, gorros y bufandas (independientemente de la temperatura) y libros o “tablets” bajo el brazo es que has llegado a la zona de Mile End. Los hipsters crean tendencia y su creatividad, sus ansias de cultura y su amor por lo vintage y lo artesanal han hecho que proliferen tiendas y comercios vanguardistas en esta parte de la ciudad, en la que también se hallan multitud de carnicerías kosher y cafés hebreos.
La filosofía del café es una realidad en Montreal y este grupo de vecinos de barrio tan ecléctico se entremezcla y se deja ver en el Café Névé (cafeneve.com | 151, Rachel E) o en Le Cagibi, famoso por su platos vegetarianos y sus cómodos sofás en los que gozar de un buen concierto cuando cae la noche (5490, St-Laurent).
Échale un vistazo a los vestidos reconstruidos de Denis Gagnon (5392A, boulevard Saint-Laurent, 514 -272-1719; www.denisgagnon.ca) y visita el edén de los libros en la Librairie Drawn & Quarterly (211 Rue Bernard Ouest), especializada en libros de arte y novelas gráficas y que organiza todo tipo de eventos literarios.
Sigue callejeando y sumérgete en el mundo del arte: las galerías de la lujosa y exclusiva Rue Sherbrook albergan obras de arte moderno de artistas europeos y norteamericanos tales como Miró, Picasso o Chagall y de Quebec, como Lemieux, Borduas, Riopelle o Pellan. Si deseas descubrir las últimas tendencias del arte contemporáneo, acércate al edificio Belgo (Metro Place Des Arts), en la Rue Sainte-Catherine.

19:00 ¡Qué empiece el espectáculo!
5) En Montreal hay festivales todo el año y para todos los gustos. Su escena artística es envidiable. El Barrio de los Espectáculos, en el corazón de Montreal (Metro Place-des-Arts), cuenta con unas treinta salas para espectáculos y espacios de difusión de la cultura alternativa. La Vitrina, una muralla gigante de LED interactiva, es una especie de taquilla centralizada donde puedes conocer la cartelera de espectáculos y obtener entradas de última hora con descuentos considerables.

19:30 “Dumplings” y cócteles “Mad Men”
6) Es hora de probar las sabrosas empanadillas chinas caseras o “dumplings” de las que todo el mundo habla. Por poco más de 7 dólares podrás saborearlas en Quing Hua (1240 St-Marc). ¡Cuidado, crean adicción! Y si lo que quieres es ver gente guapa, el restaurante Lawrence es el sitio. Otea el horizonte mientras bebes uno de sus cócteles a lo Mad Men en sus banquetas a cuadros (lawrencerestaurant.com | 5201, St-Laurent). La noche prosigue en el bar de vinos Buvette chez Simone con un ambiente de lo más desenfadado (http://buvettechezsimone.com/) o en La Champagnerie (http://www.lachampagnerie.ca), donde podrás beber burbujas sin rascarte demasiado el bolsillo.

23:30
7) Nacido para la bohemia nocturna

Si quieres escuchar jazz, Upstairs (1254 Mackay Street, Metro Guy-Concordia) y el House of Jazz (2060 Aylmer, Metro Mc Gill) son los lugares de apuesta segura para deleitar el oído con este género. Y si lo tuyo es más el indie rock, Casa del Popolo es todo un clásico de la “Main” -avenida principal de la urbe- (4873, boulevard Saint-Laurent, 514-284-0122; www.casadelpopolo.com). Esta cafetería vegetariana y sala de conciertos, epicentro de la floreciente escena de música indie de Montreal, acogió los comienzos del grupo Arcade Fire en 2003. En la misma calle se encuentra Korova, un bar íntimo y nada pretencioso, con rock potente y bailable aderezado con sus videojuegos de los años 80 y su futbolín (3908, St-Laurent). Eso sí, las mejores fiestas tienen lugar en Salon Officiel (351 Roy Est). A las 3:00 de la mañana los clubs echan el cierre y después de tanto baile no hay nada como reponer fuerzas en La Banquise (994 Rachel E, Plateau Mont Royal) restaurante sencillo pero amigable, abierto las 24 horas, que ofrece más de veinte variantes de las famosas poutines canadienses, una mezcla de patatas fritas, queso fresco y salsa de carne.

Domingo
11:00

8) Supera la resaca en el Café Sardine, el café vintage más popular del momento, con tés y cafés únicos y deliciosos donuts caseros (cafesardine.com | 9, Fairmount E). Con más cafeína en vena, merece la pena subir a la cima del Mont-Royal (Metro Mont- Royal) para disfrutar de una magnífica vista de la ciudad. El parque, obra del paisajista Frederick Law Olmsted, ideólogo del Central Park de Nueva York, está trazado por senderos boscosos que en otoño se transforman en un tapiz de cálidos colores.

13:30
9) Arte de todas las épocas

Y antes de partir, nada mejor que deambular por el Musée des Beaux-Arts de Montreal (1380 rue Sherbrooke Ouest, www.mmfa.qc.ca), que ofrece entrada gratuita a su colección permanente (15 dólares canadienses para las exposiciones temporales). El centro posee una gran colección de arte moderno, grandes maestros y artistas canadienses contemporáneos, como Jeff Wall y Ken Lum. No te pierdas la obra maestra de Rodin, las Sirenas.

Son muchos los norteamericanos que, tras haber cumplido su sueño de viajar a París, calman su sed de regreso acudiendo a Montreal a menudo. Para los europeos, Montreal es la mezcla idónea del París cercano y el esplendor de las grandes ciudades de los Estados Unidos. Ciudad bilingüe al 100%, con curiosidades como las señales de Stop, que en Quebec dictan “Arrêt” (algo insólito incluso para los franceses residentes en Montreal), la segunda ciudad más grande de Canadá es mucho más asequible una vez se ha cruzado el Atlántico y el carácter afable de sus residentes, siempre deseosos de practicar sus conocimientos lingüísticos y descubrir qué se cuece en los países de sus antepasados, hacen que uno se sienta más cómodo que en la capital francesa. Tanto es así que muchos artistas utilizan sus dotes con el pincel o el bote de pintura para dejar bien claro en varios rincones de Montreal que aman la ciudad, la adoran: “I love you Montreal/Je t’aime”.

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COMO LLEGAR
Air Transat (vuelos desde Madrid y Málaga por 558 €/persona y desde Barcelona por 618€) y Air Canadá (vuelos diarios desde 600 euros) cuenta con vuelos directos Madrid-Montreal, Barcelona-Montreal y Málaga-Montreal con varias frecuencias a la semana. Más información: www.airtransat.es y www.aircanada.com.

Despieces
El arte urbano, orgullo de Montreal
En pocas ciudades del mundo el ayuntamiento financia un espectacular grafitti Art Nouveau en un edificio de 5 plantas como el mural “Our Lady of Grace”, que realizó el colectivo A’shop en la esquina de las calles Sherbrooke Street West y Madison. El arte urbano invade de manera asombrosa las calles de Montreal. Destacan artistas como Peter Gibson, conocido como Roadsworth, que ha transformado brillantemente con su pintura carreteras, aceras y aparcamientos. En el Mile End o en Plateau podrás apreciar el arte de WhatIsAdam, con influencias de la cultura pop. Déjate sorprender por los retratos psicodélicos de artistas afroamericanos creados por Gene Starship o las divertidas caras cubistas y el arte hispano de Labrona. No podrás evitar esbozar una sonrisa con las princesas Disney transformadas en cacos de ciudad que aguardan armadas en las esquinas de Montreal, creadas por el artista sueco Herr Nilsson.

Bagels: Nueva York versus Montreal

El “Bagel”, o panecillo de la ciudad de Quebec, no tiene nada que envidiar al de la Gran Manzana. Se hacen de forma casera y se cuecen en un horno de leña. Su preparación difiere de la estadounidense, ya que cada “bagel” es hervido en agua endulzada con miel antes de hornearse para luego recubrirlos de semillas de amapola o semillas de sésamo blanco. Los bagel de Montreal son más pequeños y más dulces que los de Nueva York. Cientos de miles de montrealeses hambrientos los consumen cada mañana.

La mejor carne ahumada
Schwartz’s

Todo un punto de referencia en Montreal desde 1928, como atestigua el musical en su honor, basado en el libro “Schwartz’s Hebrew Delicatessen: The Story” del periodista montrealés Bill Brownstein. La cantante canadiense Celine Dion se hizo recientemente con la propiedad del local y es que no pudo resistirse al que muchos consideran el único y auténtico restaurante de carne ahumada de Montreal. Su plato estrella es el sándwich estilo Montreal: carne caliente servida en un tierno pan de centeno con un poco de mostaza picante. Siempre hay una larga cola de espera, pero vale la pena esperar y comer en esta institución nacional que sirve la mejor carne ahumada del país (y quizá del mundo?).

Main
Al otro lado de la calle, frente a Schwartz’s, se halla su más feroz competencia, Main, que cuenta entre sus más leales clientes al mismísimo Leonard Cohen.

La batalla está servida. El único ganador, el deleite colectivo.

 

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2 thoughts on “Montreal, Je t’aime!

  1. Es una de las ciudades que tengo en mi lista de futuribles desde hace bastante… y me han dado ganas de subirla en posiciones… quizá el próximo destino?
    pd. me ha encantado descubrir tu página de casualidad… me queda mucho por leer aún, pero prometo seguir haciéndolo ;)

  2. Marcos, seguro que te gusta! Anímate, y luego nos lo cuentas ;)
    Espero que sigas disfrutando con el resto de posts, gracias por leerme!

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